GUÍA DE ROL DE USUARIOS DE LA LUZ

INDICE

  1. Historia de la Iglesia de la Sagrada Luz

  2. Organización

  3. Las Virtudes de la Luz

  4. Roles y trasfondo

  5. Herramientas de rol

  6. Notas de la autora

  7. Bibliografía

Historia de la Iglesia de la Sagrada Luz

 

Origen según Crónicas World of Warcraft

La Iglesia se originó casi dos mil años antes durante la caótica era de las Guerras Trols. Un general humano, Lordain, sacrificó su vida de forma desinteresada para retener a una tropa de trols Amani que amenazaban con destruir un ejército humano.

Entre los soldados a los que salvó se encontraba su hermana, una reputada guerrera llamada Mereldar.

Al finalizar la guerra, Mereldar dedicó su vida a cuidar a los soldados veteranos heridos. Ella fue la primera en compartir con los humanos sus visiones de la Luz. En sus sueños, Mereldar veía cinco extrañas siluetas rebosantes de poder sagrado. Las figuras llenaron su mente con la sabiduría de la santidad, la protección, la justicia, la retribución y la compasión.

Cuando puso sus enseñanzas en práctica, el poder parecía fluir por su ser. Las heridas de los pacientes bajo su cuidado desaparecían y sus enfermedades remitían con rapidez.

Mereldar se reunió con otros humanos que también experimentaron visiones similares y juntos transcribieron al papel la radiante visión de ese poder superior. Sus enseñanzas dieron nacimiento a un nuevo movimiento religioso basado en la abnegación y en la creencia de que la Luz residía en todas las cosas. El movimiento predicó la fe en la Luz Sagrada por todo el mundo y no tardó en convertirse en la religión humana predominante.

Siglos más tarde, los soberanos de Lordaeron recopilaron las distintas tradiciones y creencias de la Luz. Sus códices dieron nacimiento a la Iglesia de la Luz Sagrada de Lordaeron. Rápidamente, la iglesia se convirtió en un destino habitual para todo aquel que buscara la sanación, la sabiduría o la paz interior.

Aunque los humanos no fueron la primera raza en Azeroth en dominar la Luz Sagrada, su ascendencia le otorgaba una enorme afinidad con ella. La humanidad se remontaba a los vrykul, unos semigigantes forjados por los míticos guardianes. Algunos de los extraordinarios guardianes que dieron forma a Azeroth comandaban los poderes de la Luz Sagrada.

La iglesia erigió templos y altares por los extensos territorios humanos, además de establecer una jerarquía de líderes religiosos que supervisaran a los feligreses. Los lugares de culto más importantes y reverenciados se encontraban en los Reinos del Este, y entre ellos se contaban la Capilla de la Luz Sagrada, Stratholme, Andorhal y la Mano de Tyr.

Lordaeron y la Luz Sagrada.

 

Tras las Guerras Trol, unos cuantos sacerdotes humanos experimentaron confusas visiones y sueños sobre seres angélicos de formas geométricas que emanaban luz viviente. Aunque lo desconocían, los sacerdotes humanos habían establecido contacto con los naaru de la Gran Oscuridad del Más Allá. A través de esta conexión, los naaru guiaron a algunos humanos y los introdujeron a la Luz Sagrada.

Durante sus tenues encuentros con los naaru, los sacerdotes aprendieron a controlar los extraordinarios poderes sanadores de la Luz. Estos mismos sacerdotes, además, fundaron un movimiento religioso basado en los principios de la Justicia, la Paz y el Altruismo. El movimiento prosperó gracias a su gran popularidad entre la gente sencilla.

Poco después de que los señores de Strom partieran al norte, los últimos descendientes del rey Thoradin, también abandonaron Arathor. Bajo el liderazgo de su descendiente directo Faldir, se hicieron a la mar, navegando hacia el sur impulsados por los rumores de la existencia de una tierra virgen y luctuosa donde empezar de nuevo. Siendo los rumores ciertos, se establecieron en esas tierras fundando la ciudad de Ventormenta. Acunada entre riscos y con un puerto protegido de forma natural, esta ciudad estado se instauró como una de las grandes potencias de la región.

Primera Guerra

 

Durante la Primera Guerra, algunos sacerdotes de la Iglesia, conocidos entonces como Clérigos de Villa Norte, se encontraban en Ventormenta y lucharon ante los ejércitos de la Horda orca. A través de sus habilidades otorgadas por la Luz, sanaron a los heridos y protegieron a los ciudadanos de Ventormenta.

Desafortunadamente, sus números no fueron suficientes como para cambiar el resultado de la guerra y Ventormenta cayó ante la Horda.

Segunda Guerra y los Caballeros de la Mano de Plata

Se decía que los ejércitos de Lordaeron eran profundamente religiosos.

Tras el discurso de Anduin Lothar a los líderes de la Alianza de Lordaeron, el arzobispo Alonsus Faol organizó una reunión con Lothar y el mago Khadgar, proponiéndole fundar una nueva orden que representara las mejores cualidades de la humanidad. La orden contaría con soldados de probada capacidad de liderazgo y pericia en el combate que además dominaran los poderes de la Luz

Con permiso de Lothar, Faol reclutó a un puñado de caballeros para su nueva orden. Todos ellos sentían afinidad por la Luz Sagrada y habían demostrado su lealtad, su valor y su honor en combate.

Faol bautizó a sus aprendices como paladines y su organización seria conocida como la Orden de la Mano de Plata.

La orden contaba con algunos de los caballeros más preeminentes de Lordaeron: Turalyon, el sacerdote que ayudó a forjar la Alianza en el Concilio de las Siete Naciones; Saidan Dathrohan, un gigantesco guerrero bendecido con una enorme fuerza física; Tirion Vadín, un caballero famoso por su fervor y resistencia; y Uhter, un valeroso caballero y creyente devoto de la Luz Sagrada que ejerció como aprendiz de Faol durante años.

Lothar también aportó a uno de sus camaradas de Ventormenta, Gavinrad del Terrible, un caballero endurecido en el fuego de la batalla y veterano de la Primera Guerra.

Los guerreros sagrados se entrenaban vigorosamente día y noche, Faol les enseño a emplear la Luz para sanar a sus aliados y destruir a sus enemigos y también a liderar con su ejemplo. Eran más que armas, los paladines serían la Luz en la oscuridad, una baliza de esperanza que guiaría a la Alianza.

Faol conminó a sus paladines a entregarse a una vida sencilla no debían buscar la fortuna o la gloria en combate, sino que las necesidades de los demás serían siempre su prioridad.

Como parte de su entrenamiento, Faol entregó una serie de tratados encantados a los paladines que se contaban entre las reliquias más antiguas de la iglesia. Cada tratado representaba una de las virtudes de la Mano de Plata: Redención, Santidad, Protección, Justicia y Compasión.

Faol entregó un tratado a cada paladín junto al reto de convertirse en personificaciones de los conceptos representados en los tomos. Turalyon empuñaría el Tratado sobre Protección; Uther empuñaría el Tratado sobre Justicia; Tirion empuñaría el Tratado sobre redención; Saidan empuñaría el Tratado sobre Santidad; Gavinrad empuñaría el Tratado sobre Compasión.

Cuando los ejércitos de la Alianza se vieron obligados a dividirse, Turalyon lideró a un inmenso ejército de la Alianza en algunas de las más críticas batallas como las libradas en la frontera de Quel’thalas y durante el asedio a la Ciudad Capital.

Los paladines fueron claves en la derrota de la Horda y fueron los mejores defensores de la Alianza con poder equiparable al de los caballeros de la muerte de la Horda. Cuando Lothar fue derrotado por Orgrim Martillo Maldito, Turalyon tomó su espada rota y venció al líder orco, acabando con la Segunda Guerra

Después del conflicto, la Alianza emprendió la reconstrucción de Ventormenta y el arzobispo Alonsus Faol jugó un papel decisivo en la reforma de la Hermandad de Villa Norte.

 

Tercera Guerra

 

Sin ser conscientes de los cultos a la muerte que se estaban formando en sus tierras, los líderes de las naciones de la Alianza comenzaron a reñir y discutir por posesiones territoriales y la pérdida de influencia política. El rey Terenas de Lordaeron comenzó a sospechar que el frágil pacto que había creado durante su hora más oscura no duraría mucho más. Terenas había convencido a los líderes de la Alianza para que dieran más dinero y trabajadores para ayudar a reconstruir el reino sur de Ventormenta, que había sido destruido durante la ocupación orca de Azeroth. El aumento en los impuestos que tuvo como resultado esto, junto a los altos costes de mantener y hacer funcionar los campos de internamiento, llevó a muchos líderes, en particular a Genn Cringris de Gilneas, a creer que sus reinos estarían mejor separándose de la Alianza.

Para empeorar las cosas, los elfos nobles de Lunargenta retiraron bruscamente su lealtad a la Alianza, afirmando que el pésimo liderazgo de los humanos había producido la quema de sus bosques durante la Segunda Guerra. Terenas luchó contra su impaciencia y les recordó con calma a los elfos que no habría quedado nada de Quel’Thalas si no hubiera sido por los miles de valientes humanos que habían dado su vida por defenderla. A pesar de eso, los tercos elfos decidieron seguir su propio camino. Y con el abandono de los elfos, Gilneas y Stromgarde también se marcharon.

Aunque la Alianza se estaba partiendo en pedazos, el rey Terenas todavía tenía aliados con los que podía contar. Tanto el Almirante Valiente de Kul Tiras como el joven rey Varian Wrynn de Ventormenta siguieron fieles a la Alianza. Además los magos del Kirin Tor, liderados por el archimago Antonidas, ofrecían un apoyo total al gobierno de Terenas. Pero quizá lo más tranquilizador de todo fue el juramento del poderoso rey enano Magni Barbabronce, que juró que los enanos de Forjaz siempre tendrían una deuda de honor con la Alianza por liberar a Khaz Modan del control de la Horda.

Tras largos meses de preparación, Kel’Thuzad y su Culto de los Malditos finalmente dieron el primer golpe, lanzando la peste de los no-muertos sobre Lordaeron. Uther y sus compañeros paladines investigaron las regiones infectadas con la esperanza de encontrar un medio de detener la peste. A pesar de sus esfuerzos, la peste continuó extendiéndose, amenazando con destrozar la Alianza.

Cuando las filas de no-muertos marcharon sobre Lordaeron, el único hijo de Terenas, el príncipe Arthas, asumió la dirección de la lucha contra la Plaga.

Arthas se formó como guerrero y sacerdote, convirtiéndose en un valeroso paladín que buscaba la protección de su reino. Tras la destrucción causada por la Plaga y Kel’Thuzad, frustrado y descorazonado por enfrentarse a un enemigo aparentemente imposible de detener, Arthas tomó una serie de medidas extremas para conquistarlos,(Masacre de Stratholme), provocando la renuncia de Vadín para con su príncipe. Más adelante, movido por el orgullo de un joven inexperto, se dejó provocar por MalGanis y fue a Rasganorte, donde sacrifico a todas sus tropas, los mercenarios que contrato e hiriendo de gravedad a Muradin. El príncipe Arthas sucumbió ante el tremendo poder del Rey Exánime. Creyendo que esto salvaría a su gente, tomó la hojarruna maldita, Agonía de Escarcha. Aunque la espada le concedió un poder inefable, también robó su alma y lo transformó en el más grande de los caballeros de la Muerte del Rey Exánime. Con su alma apartada de sí y perdida su cordura, Arthas dirigió a la Plaga contra su propio reino. Finalmente, Arthas mató a su propio padre, el rey Terenas, y aplastó Lordaeron bajo la bota de hierro del Rey Exánime.

Varios intentos para eliminar a la Plaga fueron en vano. Varios Caballeros de la Mano de Plata murieron combatiendo a la Plaga, incluyendo su famoso líder Uther el Iluminado. Luego de la caída de Lordaeron, un grupo de valientes formó una cruzada con los remanentes caballeros de la Mano de Plata de Lordaeron e intentaron recuperar su reino devastado tanto de la Plaga como de los rebeldes no-muertos conocidos como los Renegados. En las Tierras de la Peste del Este, asumieron el control de pueblos como la Mano de Tyr y los distritos occidentales de Stratholme, donde se enfrentaron a los ejércitos del Barón Osahendido para recuperar la ciudad. Tras la muerte del alto señor Alexandros Mograine, la cruzada entró un periodo de división, en el cual se formaron facciones como las Hermandad de la Luz y el Alba Argenta, que se estableció en la Capilla de la Esperanza de la Luz. Aquellos que permanecieron en la cruzada original se renombraron a sí mismos como la Cruzada Escarlata.

En su juventud, el amable Benedictus fue un aprendiz del líder religioso de Lordaeron, el Arzobispo Alonsus Faol. Benedictus pasó muchos años aprendiendo de su pío maestro y ayudó a la Iglesia de la Luz a construir su más impresionante monumento, la Catedral de Ventormenta. Después de la muerte de Faol, Benedictus se hizo cargo de la iglesia y juró continuar el buen trabajo que su mentor había comenzado tantos años antes.

Los miembros de la Iglesia al mando del Obispo Lazaril llegaron a la Ciudad de Shattrath para crear artefactos imbuidos de Luz para luchar contra la Plaga cuando esta invadió las ciudades capitales.

Durante los recientes acontecimientos de Legión, todos los ejércitos se han reunido bajo el estandarte del Ejército de la Luz, en su lucha contra la Legión Ardiente en Argus.

La Legión comienza entonces un contraataque a gran escala que consigue ser repelido por un ejército combinado de las distintas órdenes de clase que se habían unido para luchar contra los demonios.

Los ataques contra posiciones de la Legión siguieron sucediéndose con éxito hasta que Aggramar hace aparición y machaca las posiciones más avanzadas del Ejército de la Luz. Ante tal demostración de poder, Velen sugiere recomponer la Corona del Triunvirato que estaba dividida en tres partes. Una vez recompuesta, el Vindicaar consigue el armamento necesario para asaltar Antorus, el principal bastión de la Legión en Argus y frustrar los planes de Sargeras. En su interior, los héroes de Azeroth consiguen liberar los espíritus de los titanes que Sargeras estaba corrompiendo y con su ayuda derrotar a Argus el Aniquilador en el Trono del Panteón. En un último acto de servicio, Sargeras es encerrado en dicha estancia mientras Illidan se queda allí como carcelero para toda la eternidad.

Una vez finalizada la guerra en Argus, Azeroth se encuentra herido después de que Sargeras clavara su espada en Silithus. La sangre del titán durmiente se ha convertido en un recurso codiciado por la Horda y la Alianza por su poder único. Las hostilidades entre ambas facciones llegan a su culmen cuando la Horda quema Teldrassil entrando en una nueva era de guerra entre ambas facciones.

La Catedral de la Luz sirve ahora como centro espiritual y sede central de la Iglesia de la Luz tanto para Ventormenta, como para la humanidad y la nueva Alianza. Bajo el liderazgo de la iglesia, los Caballeros de la Mano de Plata y el clero fueron reformados, extendiendo la influencia de su religión e integrando a las nuevas razas a sus diversas organizaciones.

ORGANIZACIÓN

Jerarquía

 

Arzobispo

El arzobispo representa la cabeza de la iglesia y bajo su liderazgo existe un concilio de obispos que lo asesoran. Generalmente el arzobispo fue un obispo antes de ser elegido y una vez que ha sido nombrado para ostentar el cargo, dirige a la organización hasta su fallecimiento o renuncia.

Obispo

Los obispos realizan otras tareas además de aconsejar al arzobispo. Cada uno tiene a su cargo una región, en algunos casos un continente entero. Las regiones están segmentadas respecto a la población y no a la superficie, razón por la cual un obispo puede ser responsable de una gran ciudad, mientras que otro ejerce su influencia sobre toda una región. Ventormenta tiene su propio obispo, así como Rasganorte.

 

Sacerdotes

Los sacerdotes trabajan para los obispos y se encargan de la mayor parte del trabajo comunitario: predicar, atender a los heridos, enseñar a los niños, entre otras actividades. De igual forma, eligen sacerdotes no ordenados que no pueden predicar para asistirlos en las tareas diarias alrededor de los templos y monasterios.

Organización

 

La Iglesia de la Luz Sagrada solo puede obtener ganancias abundantes gracias a las donaciones. Para alimentar a los sacerdotes, la institución religiosa debe generar dinero. Para ello tienen numerosas granjas distribuidas por toda la región donde los sacerdotes realizan allí sus cultivos y crían ganado para la iglesia y venden el excedente. En algunas regiones la iglesia posee tierras que renta a granjeros, mercaderes y hombres de negocios. Sin embargo, no mantienen una buena parte de la ganancia ya que la iglesia regala comida, ropa y otras cosas a los pobres. Además enseñan a las personas a rezar por la salud, la agricultura y en general por cómo ser una buena persona.

Antes de la Primera Guerra, la iglesia tenía tres emplazamientos importantes: la Abadía de Villa Norte en la región occidental de Azeroth, el Templo de la Luz de Stratholme y la Catedral de la Luz en la Ciudad de Ventormenta. La Horda destruyó la Abadía de Villa Norte durante la Primera Guerra hasta reducirla a escombros el Templo de la Luz cayó junto a la ciudad de Stratholme ante la Plaga y solo la Catedral de la Luz permaneció de pie, convirtiéndose en la sede general de la iglesia. Una enorme estructura con diversas alas y agujas, actualmente la catedral sirve de hogar al arzobispo de Ventormenta y a diversos sacerdotes. Además, contiene en su interior una gran cámara, donde se reúne el concilio de obispos junto al líder de la iglesia para discutir asuntos importantes y trazar las acciones de la Iglesia. La Abadía de Villa Norte más tarde fue reconstruida pero sólo es un puesto de avanzada de la Catedral de la Luz.

Membresía

 

Todos pueden seguir el camino de la Luz Sagrada y por ende, son bienvenidos en la iglesia. La mayoría de sus miembros son humanos y la iglesia no discrimina. Los elfos nobles y los enanos de Forjaz siempre han sido miembros.

Aunque cualquiera puede convertirse en feligrés, convertirse en sacerdote envuelve un proceso largo y difícil. Primero debe tomar varias clases acerca de la historia de la iglesia, principios y actividades. Si el postulante demuestra aptitudes, se gradúa para el siguiente paso: recibir instrucción personal con un sacerdote para aprender sobre las plegarias y otras devociones. Varios postulantes se convierten en sacerdotes laicos que trabajan para iglesia mientras estudian.

Pueden pasar varios años bajo instrucción hasta que el sacerdote sienta que están listos. Entonces se realiza una audiencia con el obispo y se prepara una estadía en uno de los monasterios de la iglesia, que puede durar de meses a años, alejados de toda persona excepto de otros creyentes. Durante este tiempo varios de ellos experimentan la verdadera comunión con la Luz por primera vez. Si el postulante mantiene su fe y todavía parece adecuado, el sacerdote jefe del monasterio lo promueve para su ordenación. Una vez que el sacerdote es ordenado, su vida pertenece a la iglesia. El concilio decide a dónde debe ir y qué hará, sea trabajar en la granja o predicar en una ciudad. Muchos sacerdotes se mantienen junto a la iglesia hasta que fallecen, mientras más envejecen, realizan más trabajos de estudio y menos labor física. Son pocos los que pierden la fe y abandonan renunciando a sus votos. Aquellos que permanecen y se distinguen espiritual y políticamente, pueden alcanzar cargos importantes y convertirse en obispos.

Después de la Segunda Guerra, la Iglesia de la luz perdió varios miembros, principalmente por las masacres en todo Lordaeron, razón por la cual muchos templos solo tenían un sacerdote o eran cerrados. La feligresía empezó a crecer desde la Tercera Guerra y los templos se llenaron nuevamente

Liderazgo

 

El concilio está formado por varios obispos, aunque naturalmente no todos pueden asistir a cada reunión. Muchos manejan sus propias regiones pero se muestran pasivos durante las reuniones, expresando sus opiniones solo con movimientos de cabeza o frunciendo el ceño y votando sin mediar palabra. Otros son más bulliciosos, más agresivos y más políticos. Tres de ellos han moldeado sus propias bases de poder dentro del concilio y junto al arzobispo representan los verdaderos poderes de la iglesia. Algunos dicen que los tres obispos son el poder mientras que el arzobispo baila desesperadamente entre ellos, tratando de evitar un cisma.

Órdenes Eclesiásticas

 

Orden Sagrada de Clérigos de la Luz

 

Tras la fundación de la ciudad de Ventormenta, ésta alcanzó la prosperidad gracias a las granjas que poblaban las tierras fértiles colindantes, más tarde se convirtió en un santuario para los refugiados que habían sido expulsados de sus hogares.

Durante décadas los devotos clérigos de la Iglesia de la Luz Sagrada se habían aventurado al sur de Lordaeron para predicar su fe, pero no fue hasta su llegada a Ventormenta que fundaron la Orden Sagrada de Clérigos de Villa Norte, convirtiéndose en fuente de sabiduría y bienestar espiritual de las gentes del reino de Ventormenta.

Orden de los Caballeros de la Mano de Plata

 

La Orden de la Mano de Plata tomó su nombre del legendario Tyr, (un guardián forjado por los titanes a quien el mismo Aggramar impartió su fuerza y su coraje).

Tyr intentó detener a Galakrond, («Padre de los dragones») un gran proto draco con un «hambre tan insaciable» que incluso se comía a los de su propia raza.  Tyr se alió con los líderes de vuelo rojo, azul, verde, negro y bronce, (los futuros Dragones Aspecto: Alextrasza,  Yseara,  Neltharion, Malygos y Nozdormu), con la ayuda de estos luchó ferozmente y logro vencer, pero en la batalla sacrificó su mano izquierda remplazándola más tarde por una mano de plata. Aunque el forjado por los Titanes tenía el poder de haber arreglado su mano tras la lucha, eligió remplazarla con un puño cerrado hecho de pura plata. De esta forma, impresionó a sus seguidores, convenciéndoles de que la verdad y la justicia solo podían ir acompañadas de un sacrificio personal.

Los Caballeros de la Mano de Plata, Orden de la Mano de Plata, o simplemente La Mano de Plata fue una orden de paladines creada después de la Primera Guerra por Lord Uther y el Arzobispo Alonsus Faol. Años después de ser diezmados por el Príncipe Arthas Menethil en la Tercera Guerra, la orden fue refundada en Lordaeron por Tirion que más tarde la fusionó con el Alba Argenta para dar forma a la Cruzada Argenta que se desplazó a Rasganorte para luchar contra el Rey Exánime.

Sin embargo, el resto de caballeros de la orden que no pertenecían a Lordaeron y no se vieron afectados por los ataques de La Plaga siguen perteneciendo a la Alianza desde sus posiciones en Ventormenta y los reinos del sur. (Todos los jugadores humanos y enanos que elijan la clase paladín, pertenecen a la Mano de Plata, en la que ingresan tras completar la misión introductoria correspondiente).

Cruzada Escarlata

 

Es una organización fanático-religiosa proveniente de los Caballeros de la Mano de Plata, fundada por el sacerdote Isillien y el Alto general Abbendis, dedicada a la erradicación de los no-muertos en Lordaeron.  Son los mayores enemigos de los Renegados y de la Plaga.

Los cruzados han construido varios bastiones a lo largo de las antiguas tierras de Lordaeron, los más importantes son el Monasterio Escarlata, Vega del Amparo, la Mano de Tyr, la catedral fortificada de Stratholme y varios campamentos de exploradores.

La Legión Carmesí es una fuerza de élite de la Cruzada, liderada por el propio Gran Cruzado Saidan Dathrohan. Existen tres símbolos diferentes pero populares dentro de la Cruzada Escarlata. El estandarte oficial de la Cruzada es una modificación de la bandera de Lordaeron, con la letra «L» pintada de rojo para simbolizar la sangre de los vivos. Esta «L» es parecida a la letra «C» en las banderolas de la Cruzada Escarlata. El símbolo modificado de la Luz parece remarcar lugares sagrados y santuarios. Además, si bien la organización cuenta con varios personajes que no luchan y soldados de línea entre sus filas, los verdaderos cruzados pueden ser identificados con la llama escarlata en sus tabardos.

Debido a la decadencia Escarlata en las Tierras de la Peste, la Cruzada Argenta se ha vuelto más fuerte en la región, sucediendo a los Escarlata como la nueva jerarquía remanente del antiguo reino de Lordaeron.

Orden del Alba Argenta

 

Fundada por Lord Raymond George, miembro de la cruzada Escarlata a quien sucedería a su muerte Lord Maxwell Neófitus. En un principio El Alba Argenta se componía por un reducido grupo de paladines pero a diferencia de la Cruzada Escarlata, empezaron a reclutar miembros de muchas razas distintas logrando al final un renombre en Azeroth y una fuerza considerable.

Posteriormente Tirion Vadin, refundo la orden de la mano de plata a la que se unieron los miembros del Alba Argenta, tomando el nombre de Cruzada Argenta. Cuando se descubrió de nuevo que la Crematoria había sido purgada y servía de nuevo a la luz, cientos de personas se unieron bajo el estandarte de Tirion Vadin. La Crematoria se convirtió en un símbolo, sabiendo que quien tuviera esta arma no solo acabaría con los no muertos de un golpe sino que podría unir a cientos de humanos, orcos, elfos y demás bajo una causa y así forma un poderoso ejército para luchar contra los enemigos de la Crematoria, que no solo se centrarían en los no muertos a la larga sino contra todo lo oscuro y maligno.

Es una organización benefactora cuyo objetivo es proteger Azeroth de aquellos agentes que sólo buscan su destrucción, tales como la Legión Ardiente o El Azote de la plaga. Sus centros de operaciones están allí donde se localiza el peligro, así pues es posible encontrar a sus miembros dispersos por las Tierras de la Peste así como por los Claros de Tirisfal.

Actualmente se han unificado con la orden de Caballeros de la Mano de Plata.

 

Hermandad de la Luz

 

La Hermandad de la Luz es una facción dentro del Alba Argenta que reúne a sus miembros más fieros y radicales. Tendieron un puente entre la Cruzada Escarlata y El Alba Argenta.  Fueron los primeros que se lanzaron al interior de Rasganorte, mientras la mayoría de órdenes se quedaron atrás. Según Korfax un miembro de la Hermandad de la Luz es tan fiero y despiadado como un luchador de la Cruzada Escarlata pero sin la idiotez y el fanatismo de estos.

Fundada por el comandante Eligor Dawnbringer, es una orden que aúna el enfoque más erúdito del Alba Argenta y los principios originales de la Cruzada Escarlata. Tienen un código de ética y moral claramente diferente al de sus hermanos del Alba Argenta, al tiempo que mantiene una visión objetiva que la Cruzada Escarlata pierde con su fanatismo. Los representantes de la Hermandad de la Luz se pueden encontrar en la Capilla de la Esperanza de la Luz.

Según Korfax, la Hermandad existía incluso antes del Alba Argenta

Caballeros de Sangre

 

Los Caballeros de Sangre son un grupo de élite de paladines elfos de sangre que sirven a Lunargenta siendo un equivalencia a los caballeros de la Mano de Plata. Son la columna vertebral del ejército de los elfos de sangre.

Con el firme apoyo de los magistri y las fuerzas de seguridad de los elfos de sangre, el primero de los cuales fue el que los creó, los caballeros de sangre son un grupo popular dentro de la sociedad sin’dorei. Son liderados por su matriarca y fundadora, Lady Liadrin.

Como elfos nobles, muchos de ellos fueron miembros de la Iglesia de la Luz, de los cuales algunos convirtieron en sacerdotes y otros en paladines. Varios otros caballeros de sangre fueron una vez miembros de la Guardia Real, defensores orgullosos de la sociedad quel’dorei. Después de la Tercera Guerra, la gran mayoría de los elfos nobles tomaron el nombre de «elfos de sangre» en honor a sus hermanos caídos y a raíz de la destrucción de su antiguo reino, muchos de los elfos de Quel’Thalas llegaron a ver a la Luz Sagrada con desprecio. Esto dio lugar a que un gran número de los elfos de sangre perdieron su fe, llegando a creer que la Luz les había fallado en la hora de su patria más la necesitaba. Por lo tanto, tenían que encontrar una nueva forma de acceder a la luz.

Lo consiguieron a través del drenaje de la energía del naaru cautivo, M’uru, que se llevó a cabo bajo la sede de los caballeros de sangre. En una loca ambición de poder, Kael’thas Caminante del Sol envió a los sangrevil a atacar la Ciudad de Lunargenta y secuestrar a M’uru para su uso personal. Los caballeros de sangre se comprometió a ayudar a A’dal y a la Ofensiva Sol Devastado para derrotar a Kael’thas, a Kil’jaeden y restaurar la gloria de su patria

Con el renacimiento de la Fuente del Sol, los caballeros de sangre han optado por aceptarla y forjar para sí una nueva identidad, y así llevar a su pueblo hacia un futuro más prometedor.

Las virtudes de la Luz

 

La filosofía de la Luz Sagrada se reduce a tres enseñanzas denominadas las Tres Virtudes: El respeto, la tenacidad y la compasión.

 

Respeto

 

El respeto es la primera virtud enseñada a aquellos que se unen al camino de la Luz. Al mirar al enemigo, uno debe mirar más allá del odio que los separa. Hay cualidades a respetar en el oponente. Su destreza debe ser reconocida. El conducirse a uno mismo con honor y tratando al oponente como uno desea ser tratado muestra respeto. Respetar al oponente en el campo es reconocer una conexión, la cual lleva a uno más cerca de la Luz.

“Cada cosa posee su propia conexión con el mundo”

Tenacidad

 

La tenacidad es la segunda virtud. Varios experimentan una traición a la confianza; sin embargo, perseveran, como todos deberían. Ante la desesperación y el odio, uno debe continuar firme a sus creencias y continuar luchando.

“El mundo es demasiado grande para reconstruirlo en un día”

 

Compasión

 

La compasión es el último paso en el camino de la Luz. En tiempos de rivalidades es fácil observar diferencias dondequiera que uno vaya. El reto está en mirar a través de las apariencias y entender las similitudes. A través de este entendimiento, uno podrá sentir compasión por las pérdidas que otros han sufrido, incluso si la víctima porta otro estandarte. Al sentir y entender la compasión sobre un enemigo o un aliado por igual, uno reafirma su conexión con el mundo.

“Es más productivo iluminar la vida ajena que la propia. Proporciona ayuda libremente, pero no menosprecies a quien la recibe”

Virtudes de la Mano de Plata

 

La historia transcrita de esta organización nos habla de cinco virtudes, representadas en los cinco escritos sagrados que Faol entregó a cada uno de los paladines originales de la orden, estas representan la Redención, la Santidad, la Protección, la Justicia y la Compasión.

Redención, los siervos de la Luz debemos velar por las almas de nuestros hermanos, todos tenemos la oportunidad de redimirnos y alcanzar la gloria de la Luz. Es nuestro deber brindar esa oportunidad a aquel que con razones puras busca ese cometido, en nuestras acciones recae la capacidad de entender y aconsejar a nuestros semejantes para guiarles y apoyarles en los momentos de mayor debilidad, para reforzar su valor y permitirles alcanzar la plenitud de la Luz en sus corazones. Y en caso de que esté más allá de toda redención, serán nuestras acciones quienes deban hacer lo necesario para salvaguardar su alma en la Luz.

Santidad, como paladines debemos honrar con nuestros actos la voluntad de la Luz sagrada, siendo ejemplo y referente del mensaje de la Luz entre nuestros hermanos.

Protección, nuestro deber sagrado como paladines es velar por aquellos que no pueden defenderse por sí mismos, ser la espada para hacer frente a los enemigos de la Luz, el escudo inquebrantable para defender lo que es justo, la roca bajo la que se refugien los necesitados.

Justicia, como paladines debemos llevar la justicia de la Luz a los lugares más oscuros del mundo, siendo fieles a nuestras enseñanzas e ideales, enfrentándonos a los siervos de la oscuridad e infundiendo a los demás un fuerte deseo de rectitud.

Compasión, ser paladín representa la fuerza y al mismo tiempo el temple necesario para obrar con rectitud y compasión.  No debemos guiarnos por la venganza o la ira, pero tampoco debemos dar un solo paso atrás frente a la Sombra y sus adoradores. Aquellos que abrazan las sombras son enemigos de la Luz y la única manera de salvarles es dándoles una muerte rápida y compasiva.

Roles y trasfondo

¿Qué es la Luz?

 

La Luz es una forma de magia más de las muchas que existen, cuyo acceso es, generalmente, a través de la convicción en algo, independientemente de lo que sea.

Carece de voluntad, y la Luz se manifestará de una forma u otra dependiendo de los propósitos de quien la utilice.

La Cruzada Argenta, los Sha’Tar, los Aldor… son facciones cuyo uso de la Luz da lugar a fines positivos, sea protegiendo a los más débiles o utilizándola como arma contra las formas de vida más abyectas del mundo.

Por otro lado, tenemos facciones como el Embate Escarlata (manipulado desde dentro por la Legión Ardiente y cuyos miembros utilizan la Luz en todas sus formas del mismo modo que un Paladín de la Cruzada Argenta haría); o el Martillo Crepuscular (que posee Paladines y Sacerdotes, como Benedictus).

Resumiendo: la Luz no entiende de bien o mal. Actúa en la mano de quien tenga la suficiente convicción de que lo que hace, es correcto, sean estos fines benignos o malvados.

Si hay algo que caracteriza a la Luz, es servir de amparo de los débiles y el refuerzo de los fuertes. Son conocidos sus poderes de protección y cura a lo largo y ancho de Azeroth (y exteriores), pero se ignoran los poderes destructivos de la Luz.

La Luz puede convertirse en un arma igual de letal y peligrosa como puede serlo el fuego o un arma bien afilada. Los hechizos de los Paladines Reprensión y algunos hechizos de los Sacerdotes Disciplina y Sagrado lo demuestran. Que esté orientada a la protección no la vuelve una fuerza inofensiva, puesto que La Luz puede abrasar a cualquier enemigo que se ponga delante y consumirlo en una vorágine de llamas sagradas.

Para algunas razas, como los Humanos, o los Pandaren, la Luz no es una entidad física, ni siquiera divina: sino la manifestación de lo que es bueno, del orden, de lo puro. Es por ello que la “Iglesia de la Luz” es la religión más extendida por Azeroth, “creada” por los Humanos y practicada por miembros de otras razas, como los Enanos.

Sin embargo, no todas las razas siguen al pie de la letra esta filosofía, pues añaden características de sus propias deidades.

La Fe en las diferentes sociedades:

 

Humanos

Lo más característico es que la Luz representa en esta sociedad siempre el bien absoluto, el orden, lo correcto, lo puro; ignorando que “La Luz” carece de voluntad y, por tanto, puede usarse para fines malvados si quien la emplea cree firmemente que está haciendo lo correcto.

Los Humanos en prácticamente su total mayoría, se rigen por el Culto de la Iglesia de la Luz Sagrada, cuya capital es Ventormenta. Añadiré también que los Paladines Humanos y Enanos, también pertenecen a esta corriente filosófica que es “La Luz”.

La Catedral de Ventormenta y la Capilla de la Esperanza de la Luz ejercerían de “Capitales Sagradas” de este culto, y antiguamente, Lunargenta.

Los Sacerdotes Humanos están muy vinculados al Cristianismo del “mundo real”, tanto en Transfondo como en los “títulos” que se les otorga a sus sacerdotes: Novicio, Padre, Obispo, Arzobispo, etc. Sin embargo, aunque la enorme mayoría sigue este Culto a la Luz, existen otros sacerdotes que emplean las Sombras como arma, ya sea para bienes positivos… o negativos.

Enanos

Los Enanos pertenecen a la Iglesia de la Luz al igual que los Humanos, pero incorporan a sus hechizos elementos de su recién redescubierto nacimiento titánico, como runas o tablillas.

Al mezclar ambos cultos, los Enanos mantienen los títulos que presentan los humanos dentro del sacerdocio.

A parte de las capillas que hay por Azeroth, y de la Catedral de Ventormenta en particular, todo yacimiento titánico es sagrado para los Enanos.

Gnomos

Poco se conoce del Sacerdocio entre los Gnomos. Algunos son simplemente Médicos de Campo. Otros, son verdaderos creyentes en la Luz Sagrada, y como los Enanos, pertenecen al Culto de la Iglesia de la Luz Sagrada. Un ejemplo de estos últimos es el Sumo Clérigo Alphus, sacerdote Gnomo de la Cruzada Argenta.

Kaldorei

Elune, deidad suprema de los Kaldorei. Se creía que dormía en lo más profundo del Pozo de la Eternidad. Desde aquellos tiempos se mantiene el culto a esta diosa por Sacerdotes y Druidas por igual.

Las Sacerdotisas del Clero de la Luna suelen enfocarse por el lado más espiritual de Elune, siendo poderosas sanadoras a través del poder de la Luz que la Diosa Luna les confiere. Sin embargo, como pudimos ver en Warcraft III, las Guardianas como Maiev (Centinelas Elfas Nocturnas de alto rango tanto en el aspecto militar como dentro del Clero de Elune) podían proyectar sentimientos negativos como la venganza y el odio en un avatar sombrío (similar a la Forma de las Sombras) que asistía en el combate a la Guardiana y era capaz de enviar los espíritus de sus compañeras caídas en batalla contra sus enemigos una vez más (Apariciones Sombrías).

El Sacerdocio de la cultura Kaldorei es singular, y todas ostentan, en mayor o menor rango, el título de Sacerdotisa de la Luna, a excepción de Tyrande, la elegida de Elune, líder del Clero de la Luna y Suma Sacerdotisa de Elune.

Draenei

Mientras los Humanos establecieron una filosofía como creencia, los Draenei creen en algo material: los Naaru. Para los Draenei, los Naaru son seres divinos a los que agradecen eternamente su supervivencia, y dedican su vida a sus enseñanzas, especialmente los Sacerdotes, que se hacen llamar Anacoretas, y los Paladines, quienes se llaman Vindicadores, o Exarcas si poseen un rango superior.

El culto de los Naaru consiste en mantener un modo de vida pacífico, alejado de prácticas oscuras con tendencia a la corrupción, aunque irónicamente permiten el uso de la magia arcana, que fue lo que provocó que Sargeras se fijase en los Eredar como raza a corromper.

Sin embargo ese pacifismo tiene un límite, ya que a la hora de comprometerse con los Naaru, los Draenei aceptaron también alistarse al conocido como “Ejército de la Luz”, del que forman parte los Naaru (Como hemos visto recientemente en Legión)

Huargen

Aquí tenemos varias perspectivas a desarrollar, una mayoría entiende su sacerdocio como una mezcla entre el Culto a la Iglesia de la Luz de los Humanos, y el Culto a Elune y Goldrinn (Dios Lobo). Veneran su maldición como un Don que gracias a los Kaldorei han sabido controlar y agradecen haberla recibido.

Otros reniegan entienden su sacerdocio únicamente desde la perspectiva del Culto a la Iglesia de la Luz, tratando su condición huargen como una maldición lo que puede provocar terribles conflictos morales (crisis de fe)

Otros se han dejado dominar por su parte más oscura, empleando las sombras como arma.

Pandaren

Los Pandaren realmente no creen en “la Luz”. De hecho, no saben ni lo que es. Lo que si es cierto, es que sus Sacerdotes se inclinan por una vida dedicada al saber y la contemplación, y obtienen su poder de la creencia en el equilibrio sobre todas las cosas.

Tras su paso por Pandaria, es posible que algún Pandaren se haya inclinado por investigar la energía Sha y emplearla en la lucha contra sus enemigos (a pesar de los riesgos que eso conlleva).

Renegados

Básicamente, este culto dicta que ha de existir un equilibrio entre la Sombra y la Luz, y que como los renegados han nacido de la Sombra, deben rendirle Culto. Además, aunque no deben olvidar que la Luz es necesaria en ese equilibrio, manipularla les hace daño dado su origen impío, por lo que la gran mayoría se inclina por este Culto. Sin embargo, algunos Sacerdotes Renegados mantienen su firme devoción por la Luz Sagrada de cuando fueron Humanos, y la usan de igual forma que antaño, haciendo que el dolor que sufren demuestre su profunda convicción en esta.

Los Sacerdotes no-muertos mantienen los títulos del Sacerdocio Humano, pero en muchos casos, incluyen “de las sombras” en él. P.ej: “Clérigo de las sombras Catherine”.

Tauren

Los Tauren Sacerdotes (y Paladines) obtienen su poder sobre la Luz a través de la fe en An’she, el Dios Sol.

Esta deidad les concede poderes sagrados capaces de sanar heridas de igual modo que cualquier chaman o druida de la tribu, además de un diferente don de clarividencia al de los Chamanes. Poco más se sabe acerca de los Sacerdotes Tauren. Suelen llamarse “Videntes”.

Trol

Los Trol poseen un complejo panteón y por ello, los Sacerdotes suelen especializarse en el Culto a un Loa concreto. Cada tribu tiene sus Loas, aunque algunos son compartidos entre las tribus (por ejemplo, tanto los Lanzanegra como los Gurubashi rinden culto a Shirvallah, Loa Tigre).

Es complicado distinguir las funciones de un Sacerdote Loa de las de un Médico Brujo, a decir verdad, ya que ambos ejercen la misma función: ser líderes espirituales de las tribus.

Lo que sí distingue a Médicos Brujos y Sacerdotes Loa, es que los segundos pueden realizar los rituales prohibidos que ellos llaman vudú, los cuales consisten en expandir maldiciones entre los enemigos, sembrar el caos entre las filas enemigas e incluso controlar las mentes del enemigo.

Sin’Dorei

Los Elfos de Sangre, quienes hasta hace relativamente poco fueron Altos Elfos, pertenecían a la Iglesia de la Luz Sagrada, dado que fueron aliados de los Humanos durante mucho tiempo.

Sin embargo, al mismo tiempo de rendirle culto a la Luz, también proyectaron la filosofía de la libertad tras su éxodo desde Kalimdor en su sociedad: creando una deidad ficticia simbólica llamada Belore.

Belore es el Sol, a quien los Elfos de Sangre también rinden culto, pero de forma distinta a un Dios. Belore es el símbolo de su libertad. De poder. De resurgir. Y aunque de forma directa no sea una deidad a la que adorar, la fe en esa metáfora inunda los corazones y mentes de los Sin’Dorei de valor, voluntad y poder.

A dia de hoy, prácticamente todos los Elfos de Sangre han abandonado la fe de la Luz Sagrada, ya que al perder la Fuente del Sol tras la tercera guerra, muchos Sacerdotes se sintieron abandonados por la Luz, lo que les llevó a renunciar a sus votos, como es el caso de Lady Liadrin.

Los Sacerdotes Sin’Dorei podría decirse que actualmente, creen en la Luz a su manera, mezclando el componente de “Belore” con el sentimiento de agradecimiento hacia el Naaru M’uru y la Fuente del Sol. El resultado de esa mixtura es que a los Sacerdotes Sin’Dorei podamos catalogarlos como “Magos Sagrados”, manipulando las corrientes de magia divina que la Fuente del Sol les proporciona. Poseen títulos como Novicio, Patrón/Matrona, y los de mayor rango: Arcontes. Por otro lado, los Sacerdotes Sombra son mirados dentro de la sociedad Sin’Dorei con una mezcla de miedo y admiración, entendiéndose como Taumaturgos Umbríos.

Goblin

El camino de las sombras se ajusta muy bien para el sacerdote Goblin, sea cual sea la fuente de estos poderes, ya que cualquier cosa que proporcione beneficios económicos es buena, especialmente si incluye ciertos poderes de manipulación mental. Es por ese mismo motivo por el cual también se dedican a la sanación… a cambio de un precio previamente establecido, está claro. ¿Será la fe ciega que los Goblin tienen en el dinero como solución a todas las cosas lo que los vincula a la Luz?

Por otro lado, sabemos que los Goblin convivieron muchos años con ciertos Troll de la Jungla de la isla de Kezan como esclavos, por lo que quizás su sacerdocio pueda incluir elementos de la cultura Trol.

Orco

Lo que define a los orcos es una sociedad basada en el honor, con el respeto a los ancestros y como tal la religión que profesan es más espiritual. En la última expansión del juego, con los Mag’har tenemos la opción de crear sacerdotes, pero tras comentarlo con algunos conocedores del lore hemos llegado a la conclusión que a la hora de rolearlo sería más acorde hacerlo desde la perspectiva o especialización de las sombras, dado la influencia de sus ancestros y sus costumbres. Sería raro ver a un orco defendiendo las creencias de la Luz, dado que en primer lugar poco tienen que ver con las demás civilizaciones de Azeroth, (aunque ahí tenemos a los draenei y quizás eso abra una puerta a este trasfondo). Desde mi perspectiva creo que por su carácter tribal y creencia en los espíritus, sería difícil que fuera aceptado dentro de cualquier clan.

Aspectos habituales de este rol:

Una vida de compromiso y devoción es lo que les espera a aquellos que se entregan al culto divino. Los sacerdotes son poseedores de una fe inquebrantable y una fuerte espiritualidad, gracias a estas cualidades son capaces de prestar servicio y guía a todo aquel que lo requiera: consejo, bendiciones y sanación física y espiritual son sus especialidades. Pero así como son capaces de favorecer, pueden ser capaces de castigar a quienes de desvían del camino.

Como la Luz no puede existir sin la oscuridad y viceversa, existen sacerdotes que se sumergen en el mundo de las sombras con el fin de aprender y nutrirse de ellas, siendo este un camino duro y siniestro.

Trasfondos:

 

Aprendiz

Devoto en la fe de la Luz, que aún no ha tomado sus votos. Como tal es considerado a los novicios, dentro de la orden sacerdotal o a los escuderos dentro de la orden de paladines. Es el trasfondo más aconsejable para aquellos que toman este rol por primera vez, dado que es una buena manera de aprender a llevar este rol, al mismo tiempo que evoluciona el personaje.

Paladín

Desde la creación de la orden de la Mano de Plata, los paladines se han distinguido por ser capaces guerreros con un amplio conocimiento de la Luz.

Su verdadera fuerza radica en su capacidad de aprovechar el poder de la Luz, ya sea desde aumentar su propio valor y el de sus aliados en batalla, hasta irritar a sus enemigos con la Luz, o para prestar curación a los compañeros que lo necesitan.

Los paladines pueden adoptar roles diferentes entre sí, algunos ofreciendo curación y redención, otros como grandes estrategas, otros son distinguidos líderes en batalla, otros juzgando la ley y la verdad y otros, los corrompidos por las sombras, extendiendo el conflicto y la corrupción.

Sacerdote de batalla

Capaces de invocar el poder de la Luz en forma de bendiciones y conjuros, los sacerdotes de guerra funden sus conocimientos sobre la Luz con la habilidad marcial; son inquebrantables bastiones de su fe, gritando la palabra divina mientras golpean a sus enemigos hasta su sometimiento y nunca rehúyen un desafío a sus creencias

Mientras los paladines pueden ser sutiles y usar la diplomacia para conseguir sus objetivos, los sacerdotes de guerra no están por encima del uso de la violencia cuando la situación lo justifique. En muchos casos, los sacerdotes de guerra forman el núcleo de las fuerzas marciales de la iglesia, recuperando reliquias perdidas, rescatando clérigos capturados y defendiendo la doctrina de la iglesia de la Luz contra todo desafío.

Los sacerdotes de guerra pueden servir como sanadores o lanzadores de conjuros capaces, invocando los poderes de la Luz desde el centro de la lucha, donde su armadura y habilidades marciales son puestas a prueba.

Sacerdotes

Los sacerdotes trabajan para los obispos y se encargan de la mayor parte del trabajo comunitario: predicar, atender a los heridos, enseñar a los niños, entre otras actividades, pero a la hora de rolearlo podemos optar por varios trasfondos.

Erudito:

Un estudioso, más preocupado por el objeto de su estudio que por su realidad, es el prototipo denominado como “Ratón de Biblioteca”.

Un sujeto que presenta una notable compulsión por la lectura, prácticamente vive entre libros ya sea en la biblioteca o encerrado en la habitación donde posee gruesos ejemplares, antiguos, únicos e incluso de poca recomendable lectura. Es un archivo viviente del saber contenido en los libros.

Fanático:

Devoto extremo de fe, no hay nadie que defienda sus convicciones con más energía, pasión y abandono.

Capaces de cualquier cosa por convertir, por salvaguardar sus creencias o hacer cumplir la voluntad de la Luz. Desde locos inspirados a inteligentes y fríos, los fanáticos nunca dejan de ser peligrosos.

Sanador:

Devotos que no solo sanan con el poder de la luz, e incluso el empleo de ésta puede rolearse de diferente manera (Algunos tras usarla se muestran exhaustos y otros tienen tal fervor que pueden usarla a diestro y siniestro sin sentirse afectados, cada uno considera la opción que le resulte más grata)

Estos personajes suelen ser apreciados y bien recibidos. Así mismo como curanderos podemos emplear la medicina natural, remedios tradicionales, o el poder de la Luz mediante oración.

  • Curandero Tradicional: especialista en medicina natural y remedios tradicionales, experto en herbología aplicará ungüentos y cataplasmas así como jarabes, o elixires. Habitualmente irá cargado con un maletín donde tintinearan los diferentes viales.
  • Cirujano: Es todo aquel médico que sea capaz de prevenir, diagnosticar y curar enfermedades ejerciendo la cirugía. Gran conocedor de anatomía. Normalmente han pasado por la escuela de Dalaran. (El documento de Certificado de Traumatología del juego puede ser una buena opción para este rol)
  • Devoto: Es todo aquel sanador que es capaz de sanar a sus aliados en combate mediante su fe en la Luz, canalizando su energía para cerrar heridas, fusionar huesos rotos y en algunos casos, resucitar a un aliado. (Normalmente el sacerdote debe tener cierta experiencia y dominio de la Luz para esto)

Guardianes:

Son personas consagradas a la protección de una persona, un lugar o una idea. Un sacerdote que guarda el saber de los viejos tratados, o reliquias de gran poder, salvaguardándolos de los poderes de las sombras.

Confesores:

Devotos de la Luz consagrados a aliviar las heridas más graves, aquellas que oscurecen el alma y dejan paso a las sombras. Comprometidos con su congregación, suelen ser considerados como guías espirituales.

Sacerdote de Ritos Funébres:

Devotos en la Luz que centran su atención en los caídos. Emplean sus conocimientos para preparar los cuerpos de los fallecidos, amortajando sus cuerpos, ungiéndolos en aceites y en definitiva renovando el honor de los muertos, para que puedan ser convenientemente honrados por sus familiares.

Una vez atendido el fallecido, consuelan a los familiares brindándoles esperanza donde sólo hay amargura.

Inquisidores:

Devoto de la Luz, severo y resuelto, el inquisidor extirpa a los enemigos de la fe, empleando tretas y engaño cuando la virtud y la pureza no son suficientes. Aunque los inquisidores están dedicados a la Luz, están sobre muchas de las reglas y convicciones normales de la iglesia. Sólo responden ante la Luz y su propio sentido de la justicia, llegando a estar dispuestos a llegar a medidas extremas para cumplir sus metas. Su fin último es erradicar de Azeroth todo atisbo de magia profana, o de las sombras. Bajo la vigilancia de la Iglesia, emplea técnicas de inquisición y el cuestionamiento, así como celdas de detención y cámaras de tortura para extraer información o para mantener prisioneros o iniciados para determinar si están infectados por las sombras.

Cazador de Brujas:

Devotos de la Luz especializados en perseguir y erradicar a todo seguidores de las sombras, cultores o seres impíos. Actualmente, dada la aceptación de la Alianza entre sus filas de Brujos y usuarios del vacío, muchos de ellos han sido excomulgados por la Iglesia, obrando por su cuenta considerando tanto a brujos, caballeros de la muerte y usuarios del vacío como enemigos de Azeroth.

Los que aún respetan las leyes del reino, se han especializado en perseguir a aquellos brujos que han caído en las artes de las sombras, convirtiéndose en un peligro para los habitantes de Azeroth, llevándoles ante la justicia del Reino.

Herramientas de rol

 

Tanto como sacerdotes como paladines, podemos apoyarnos en varios elementos para enriquecer nuestro rol.

Escritos de la Luz

Tomos sagrados que recogen los preceptos y enseñanzas recogidos por Mereldar, y los primeros usuarios de la Luz, que contienen poderosas oraciones y conjuros de Luz.

Reliquias

Poderosos y antiguos artefactos sacros, conservados a lo largo del tiempo y que albergan en sí mismos el poder de la Luz.

Instrumental medico

A la hora de rolear un sanador, podemos optar como hemos comentado por utilizar los métodos tradicionales o bien sanar con el poder de la Luz.

Algunos de los métodos tradicionales más usuales son la aguja y el hilo, cataplasmas, ungüentos, viales y vendas.

Con ayuda del TRP, podemos crear varios objetos que nos ayuden a la hora de interpretar nuestro papel, como pueden ser viales de antiséptico para limpiar las heridas, tónicos para aliviar afecciones o vendas tratadas con extractos de plantas para darle propiedades cicatrizantes o antihemorrágicas. [Ver respectivas guías]

En este aspecto, aconsejo siempre mirar algún compendio de plantas medicinales y en su defecto fijarnos en las pociones de alquimia que pueden aportarnos una idea de las capacidades de las diferentes hierbas que pueblan Azeroth.

Oraciones

Una forma de enriquecer el rol de sacerdote o paladín, es ayudarte de una serie de oraciones que respalden tus actos. Las oraciones son tan abundantes como las habilidades de nuestro personaje, aunque como más usuales puedan ser las siguientes.

Oraciones de Sanación: aquellas que entonamos para sanar a nuestros aliados en combate o fuera de él.

Ejemplos:

“Luz sagrada otórgame tu bendición para sanar las heridas de tu siervo”

 “Luz sagrada, acudo a ti en este momento en el que por la enfermedad experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos, ten piedad de los que están sin fuerza, devuelves la salud y las fuerzas para que puedan seguir enfrentándose a aquellos que nos atormentan”

“Luz sagrada, acudo a ti humildemente, préstame tu fuerza para purificar las almas que caminan entre las sombras, pues sólo en tu gloria conocerán la paz”

Oraciones de Batalla: Ejemplo de oraciones que inspiran a nuestros aliados en la batalla, o que nos ayudan a crear escudos, barreras o lanzar hechizos para enfrentarnos a nuestros enemigos.

Ejemplos:

“No temerás los miedos de la noche, ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Tú permaneces fuera de peligro; pues la Sagrada Luz te escuda y te protege”

“La Luz es mi roca, mi baluarte y mi libertadora; será como refugio contra el viento y un abrigo contra la tormenta; será el escudo que permanezca indemne ante mis enemigos y la fuerza de mi brazo para empuñar mis armas”

“Luz sagrada, en  este momento te pido que me permitas vivir los próximos instantes con valor, por todo lo que debimos pensar y no pensamos, por todo lo que debimos decir y no dijimos, por todo lo que debimos hacer y no hicimos, te imploramos tu benevolencia”

Notas de la autora

 

Hasta ahora lo expuesto en esta guía ha sido recopilado de diferentes medios que a la larga habréis utilizar para ampliar vuestro conocimiento sobre este tipo de roles, pero a continuación os voy a intentar exponer lo que he ido aprendiendo a lo largo de mi experiencia roleando un sacerdote, o un paladín. Esto quiero dejarlo claro, porque no quiero que tengáis esta guía como algo que se deba hacer al cien por cien, dado que si estamos en un mundo de fantasía, lo que prima es nuestra percepción y la originalidad que queramos darle a nuestro personaje.

Una de las principales dificultades que me han comentado a la hora de rolear un devoto de la luz es que se suele confundir nuestra fe off-rol a nuestra fe on-rol. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que independientemente de que seas agnóstico, ateo, o tengas tus creencias propias sobre las distintas religiones que encontramos en el mundo actual, puedes rolear un personaje cuya clase sea un devoto de la Luz, o sus variantes. Muchas veces confundimos rolear un paladín como un caballero de la edad medieval con poderes especiales o un clérigo, con un sacerdote cristiano, y según mi opinión no tiene nada que ver.

Para empezar estamos en un mundo de fantasía, las posibilidades son tan infinitas como tu imaginación. A partir de aquí, entra en juego nuestra coherencia a la hora de rolear con los demás y lo que queremos conseguir.

Un paladín es una persona con claros principios morales, que se rige por un código moral propio, (inculcado por sus enseñanzas como paladín de la mano de plata o de otra orden), es un caballero que ofrece su conocimiento marcial y su dominio de la Luz para salvaguardar al débil o indefenso. A partir de aquí, cada uno debe considerar que elecciones han llevado a tu personaje a ser como es. Un devoto paladín puede considerar cualquier uso de magia de sombras como herejía y reaccionar violentamente ante ella, mostrar mero disgusto, o aceptar que las sombras pueden ayudar a la luz y aceptar a sus seguidores como compañeros si lo cree justo. Incluso es posible que por distintas circunstancias bien porque aún no ha terminado sus estudios o bien porque ha perdido la fe, a pesar de ser un buen guerrero no es capaz de dominar la Luz, depende de cada uno la forma de rolearlo.

De igual manera, para rolear un sacerdote no es necesario coger el libro de catequismo y repasártelo, creo sin lugar a dudas que más que guiarnos por la clase del personaje nos debemos guiar por sus metas. Un sacerdote, puede ser un devoto de la Luz que busca aliviar el dolor de sus semejantes, como un médico. Un sacerdote puede ser un guía espiritual, dando consejo y escuchando a sus hermanos, algo que está al alcance de todos.

Pero como todo, si escoges ser sacerdote es que tienes intención de que tu personaje crea firmemente en algo, en este caso como servidor de la Luz. Puede ser que haya estado entre los muros de una abadía la mayor parte de su vida y no se haya cuestionado su camino, pero que al salir al mundo empiece a dudar de lo que le han enseñado. Que sea un aprendiz con muchos conocimientos teóricos pero no posea práctica, o un sacerdote que ha sido corrompido por las sombras.

Depende de cada uno de nosotros darle ese toque, que convierta al personaje en algo nuestro. Y lo principal, creamos un personaje para disfrutar del rol y sea la que sea nuestra experiencia, todos tenemos derecho a aprender y experimentar otros roles.

Bibliografía

Crónicas Volumen I y II de World of Warcraft

Wowpedia

Guía De Rol De Usuarios De La Luz by Nissa Audun está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

 

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